3 Principios bíblicos de disciplina
1. SI ES CON IRA, NO ES BÍBLICA: es común que día a día aparezcan más métodos enfocados a enseñar a los padres cómo disciplinar a sus hijos, los más empleados por la generación actual nos invitan a ser conscientes de nuestras emociones y aunque es completamente sano hacerlo no debemos perder nuestro enfoque. Yo celebro que hoy tengamos mejores herramientas para llevar a cabo esta labor pero no debemos dejarnos dislumbrar por las teorías o por los métodos que prometen cambios mágicos. Como cristianos Dios es nuestro modelo a seguir, la disciplina de Dios es amorosa y también firme, así debe ser entre padres e hijos. La autoridad que Dios nos dio para corregir a nuestros hijos nunca debe ser usada para causar daño, pero sí para traerlos a arrepentimiento. Tampoco debemos usar nuestra posición de autoridad para descargar nuestra rabia o frustración. La disciplina siempre debe ser seguida por la afirmación de que nuestros hijos son amados.
"Pues el Señor corrige a los que ama, tal como un padre corrige al hijo que es su deleite." Proverbios 3:12.
2. SI NO TRATA CON EL CORAZÓN, NO ES DURADERA: a Dios le interesa el corazón porque es allí donde tienen lugar los cambios reales y duraderos. Dios quiere cambiar el corazón humano y usa a los padres como la herramienta principal para posibilitar ese cambio en la vida de sus hijos. Lastimosamente la mayoría de los estilos de crianza y de disciplina de hoy sólo se concentran en cambiar la conducta de los niños, dejando de lado la raíz del problema: lo que expresamos externamente sólo es un reflejo de nuestra condición interna.
"Pues del corazón salen los malos pensamientos, el asesinato, el adulterio, toda inmoralidad sexual, el robo, la mentira y la calumnia." Mateo 15:19.
3. SI NO APUNTA A CRISTO, NO ES COMPLETA: el propósito de la disciplina es ayudar a formar carácter en nuestros hijos ¿el carácter de quién? el de Cristo. Así que no debemos conformarnos con ver buenos comportamientos o buenas obras. Debemos entender que la formación del carácter es un proceso que requiere de tiempo y constancia, y que como padres sólo somos colaboradores de aquel quien ya empezó la buena obra en la vida de nuestros hijos.
"Y estoy seguro de que Dios, quien comenzó la buena obra en ustedes, la continuará hasta que quede completamente terminada el dia que Cristo Jesús vuelva." Filipenses 1:6.
Por Marleny Skargren.
2 comentarios - 3 Principios bíblicos de disciplina
De mucha bendición, necesitamos aprender estos principios.
Como padres lo necesitamos.