Mamá necesita un tiempo de descanso con Jesús
La vida como mamá es agotadora. Ya sea que seas una madre que trabaja fuera de casa, una que trabaja desde casa, una que educa a sus hijos en casa, una madre que tiene un hijo o siete, una que está en la etapa de gestación de bebés y niños pequeños o la que está lidiando con los cambios de la adolescencia, es más que probable que te sientas abrumada en algún momento del día. Pero, ¿cómo reaccionamos cuando nos sentimos así?
- ¿Nos irritamos y levantamos la voz a nuestros hijos?
- ¿Servimos otra taza de café?
- ¿Buscamos entretenermos consumiendo contenido en redes sociales?
- ¿Nos esforzamos más y nos agotamos aún más?
Una de las cosas que he aprendido como mamá de niños pequeños es la constante necesidad que tenemos de Jesús, pero también la cantidad de distracciones que nos impiden acudir a Él en los momentos en que nos sentimos abrumadas. Hemos aceptado la idea de que nuestro ritmo de vida como madres no nos permite disfrutar de momentos de quietud y hemos tomado la cultura de la multitarea y la hemos adoptado como la única opción de sentirnos productivas. A diario, debemos resistir la tentación de desaprovechar el tiempo que se nos ha dado y a la vez dejar fluir nuestra creatividad en busca de lograr saciar nuestra alma con lo realmente importante. Me gusta mucho como Sally Clarkson en su libro "Desesperada: esperanza para la mamá que necesita respirar" lo expresa:
“Una de las características de una mujer piadosa es que se hace responsable de la necesidad de alegría y deleite de su alma. Una mujer es una directora que dirige la orquesta de su entorno en las canciones y la música de su vida. Dios es un Dios de creatividad y dimensión, y por eso se complace cuando co-creamos belleza en nuestro propio reino, a través del poder de Su Espíritu. Fue una profunda revelación cuando comprendí que podía convertirme en una artista con mi propia vida”.
Los momentos de descanso para mamás son una de las mejores cosas que podemos hacer por nosotras mismas para recordar que no tenemos el control y que no podemos vivir bien nuestras vidas separadas de Cristo. Y una de las mejores cosas que podemos hacer por nuestros hijos es dejarles ver nuestra necesidad de Jesús en los momentos cotidianos para que ellos también lo recuerden.
¿Qué puedes hacer hoy para hacerte responsable del deleite de tu alma? Cuéntame en los comentarios.